Pepe Solla

Pepe Solla

Biografía

“… Y después de unas cuantas vueltas y otros tantos años, aquí estoy; desde que éramos pequeños nuestros padres nos sentaban en una escalera de piedra que comunica la cocina con otra zona del restaurante, nos daban la moña de una bolla de pan y les esperábamos mientras ellos trabajaban… les veíamos entrar y salir de la sala, los pucheros y las ollas humeaban, el ritmo era rápido, en ocasiones acelerado, mientras, nosotros nos entreteníamos comiendo el mollete, a veces nos quedábamos dormidos y después, cuando terminaban, nos subían a cama en brazos, casi ni nos despertábamos; otras veces nos acabábamos todo el mollete y nos daban otro más, aún no había llegado la hora de subir a casa, al final como siempre los párpados se nos caían, y la noche acababa, como de costumbre, en los brazos de nuestros padres; … la historia se repetía todo el año, pero en invierno la escalera estaba helada y la cubrían con un mantel para que no nos enfriáramos, mientras el lagar de carbón calentaba todo el cuarto que ocupaba la cocina…
No es una historia diferente que la que cuentan todos los que como yo, nacimos en medio de un restaurante familiar, y tras vivir esta infancia, la mitad se alejaron para siempre de él y la otra mitad; como se ve, yo pertenezco a esta segunda; volvimos a él como si formase parte de nosotros, ¿o será que somos nosotros parte de él?
Quien conozca mi carrera a lo largo de los últimos catorce años así lo habrá visto, yo empecé a formar parte de la historia del Restaurante y él de la mía, y según andábamos juntos, nos integrábamos más cada vez, y nos deshacíamos de banalidades, despojándonos de lo que no era necesario e imprescindible y quedándonos con lo esencial; hablo tanto a nivel cocina como sala, buscábamos la claridad. No obedece ello a la tendencia del minimalismo, tan en boga, sino más bien yo diría sencillez; sencillez que me ilusiona y a veces me aterra, o más bien me asusta el que no se entienda; sencillez y simplicidad no es lo mismo, esencialismo y como en la definición de mi página, estilismo?, eso sí es la línea a seguir; Maite, Alfredo, Marcelo, Josiño…a todos ellos tengo que agradecer su compañía en este viaje, a mis Padres, a mis Hermanos, a José, a Lourdes… al fin y al cabo también nos debemos a nuestro entorno, el paisaje, la despensa y el hombre, ellos también comparten y forman nuestro universo particular, el cual vamos moldeando y a la vez nos moldea a nosotros mismos.”